Gardaland Hotel, Castelnuovo del Garda

El hotel tiene una ubicación ideal, cerca del lago de Garda y con un servicio de autobús gratuito para ir al parque. Sin embargo, las habitaciones no son tan amplias como esperaba y había un olor desagradable a cigarrillos. El servicio fue útil, aunque en ocasiones sentí que no prestaban atención a nuestras quejas. La experiencia gastronómica fue decepcionante y bastante cara, especialmente teniendo en cuenta las porciones. En general, podría mejorar en varios aspectos.

El hotel tiene una ubicación excelente, con un servicio de transporte gratuito a Gardaland cada 30 minutos, lo que es ideal si planeas visitar el parque. Las habitaciones eran amplias y cómodas, pero tuvimos un pequeño inconveniente ya que nos dieron una habitación frente al área de perros, lo que fue complicado por las alergias de mi hijo. La experiencia gastronómica no fue la mejor, ya que los precios eran altos y la calidad no se reflejaba. En general, es un buen lugar cercano a las atracciones, pero hay áreas que podrían mejorar.

El hotel tiene una ubicación ideal, con un servicio de autobús gratuito hacia Gardaland y cerca del Lago de Garda. Sin embargo, las habitaciones son un poco pequeñas y no eran las que habíamos reservado, lo que fue decepcionante. El personal es muy servicial, aunque a veces necesita ser un poco más amable. La experiencia gastronómica dejó algo que desear debido a la calidad de los ingredientes.

El hotel está en una excelente ubicación, cerca de Gardaland y de otras ciudades. Las habitaciones son espaciosas, pero lamentablemente nos dieron una que estaba frente a la zona de perros, lo que no fue ideal para mi hijo que tiene miedo a los perros y para mis alergias. El servicio fue un poco desorganizado, aunque algunos del personal fueron amables. La comida no cumplió con mis expectativas; esperaba más variedad y calidad para ser un hotel de cuatro estrellas.

El hotel tiene una buena ubicación, cerca de Lazise y a solo 800 metros de Gardaland, lo cual fue genial para los niños. Las habitaciones son cómodas y agradables, aunque algo simples. El servicio fue amigable, aunque podría haber sido más atento. La experiencia gastronómica dejó mucho que desear, con comida de baja calidad y un servicio desorganizado. A pesar de estos inconvenientes, en general, el hotel es una opción interesante por su cercanía a las atracciones.